martes, 5 de febrero de 2013
La vivienda
La vivienda es, en primer término, un refugio contra los elementos de la naturaleza, proporciona abrigo y cobijo a sus habitantes. La misma tiene implícitas en su constitución diversos significados culturales que son dados o modificados por sus habitantes, dependiendo del grupo social que la habite. La vivienda popular, por su parte y sobre todo si es autoconstruida, refleja ciertos aspectos de la cosmovisión de la gente relacionados con la utilización de los espacios, con la decoración y con el sentido de solidaridad y protección entre los miembros de una familia. Otra parte de la vivienda se encuentra más allá del dintel, donde comienza el espacio público. Éste también es elaborado de diferente forma. Para los usuarios de la vivienda popular representa la convivencia y el trato vecinal. Hay, por así decirlo, un «sentido de comunidad, de pertenencia». Como apunta Nieto (Estrada 1993: 145): «existe la posibilidad de que en el terreno propiamente cultural existan un conjunto de prácticas sociales e instancias de socialización, que tienden a constituir, preservar, y resignificar distintas formas de identidad grupal, vecinal, barrial (...) en las que puede ser resocializado el habitante urbano y donde puede reelaborar sus representaciones y experiencias cotidianas».
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