martes, 5 de febrero de 2013

Modificaciones


El usuario empieza a modificar su vivienda en el momento en que la recibe, pero este hecho no constituye una respuesta frontal a la manera en que las dependencias oficiales conceptualizan la habitación popular. La contraposición al discurso del Estado no es una respuesta consciente y organizada de la gente sino una impugnación que se da en una forma velada, sin que los usuarios tomen plena conciencia de lo que pudieran representar los actos implícitos en la ampliación o modificación de sus viviendas. Otro ejemplo claro de este fenómeno se encuentra en las unidades habitacionales del INFONAVIT, en donde al paso del tiempo las casas van adquiriendo otra fisonomía, desde los recubrimientos exteriores, tales como aplanados y pintura, hasta cambios estructurales.
Además del aspecto físico de la vivienda, existe otro ámbito relacionado con la vida cotidiana de la gente y que es igualmente importante: el comportamiento y las prácticas sociales llevadas a cabo dentro y fuera de su comunidad. La cultura inherente a la vivienda popular está enmarcada en formas asistemáticas que se manifiestan en el sentido común, o en el folclore, puesto que: «el folclore puede ser entendido sólo como reflejo de las condiciones de vida cultural del pueblo, si bien algunas concepciones propias del folclore se prolongan aún después que las condiciones hayan sido (o parezcan) modificadas o hayan dado lugar a combinaciones caprichosas» (Gramsci 1976: 240).

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